CAPITULO XVI: EL CHAPA

Estimado público, adolescentes, mujeres maduras, hombres a los que les gustan hombres y ¡astrólogos! Esta es la galería del terror de Diego Rodríguez, el Chapa de Cachengue y Sudor. O el Gallego. O Diente de Lata. O el regalador de estrellas más célebre que se haya conocido sobre la faz de la tierra. ¿De qué hablamos? De un hombre que, por dotes naturales, además de encandilar a las doncellas con el tremendo celeste de sus ojos y su agraciado rostro, las empalagaba con dulces palabras que en la oscuridad del desamor brillaban como estrellas. Pero claro, cual Principito viajando de planeta en planeta, este prestigioso lenguaraz repartía estrellitas por doquier, como el picaflor más veloz que se recuerde. Pero todo tiene un final, no es eterna la vida del pirata. El hombre propone y Dios dispone. Y Laura, nuestra Lali, apareció en su vida en el rol de cancerbero, enjaulando su corazón de manera determinante, al punto de lograr separar al dúo dinámico que el Chapa formaba con el Pulga. Sí, cuando nadie lo imaginaba, esta bella mujer lo tomó por su diente de lata y se lo llevó lejos del Hobbit mayor. A la lona con esa relación siamesa y con las aspiraciones de tantas pretendientes, adolescentes y no tanto... Ese fue el momento en que el Insituto de Tiempo Libre y Recreación (el viejo y querido Istlyr en el que Cachengue vio la luz) fue el escenario en que La Grúa se hizo célebre. Personaje de interesante porte (ideal para portadas de revistas gay), para besar a la endeble Lali la alzaba como si fuera una niñita. Aplausos generales para ellos.

Siempre sonriendo y de buen humor, su garganta con arena ha hecho asustar a más de uno de los purretes de la Arpillera con cada carcajada o grito de cualquier tipo. Para descubrir ese gravísimo sonido, imagínese al Coco Basile dándole indicaciones al Negro Ibarra, que corre por la otra punta, la más alejada de su banco. ¿La risa? Una hiena disfónica ruge menos que él. Para colmo, cada vez que abre las fauces, su latón reluce orgulloso. Cuentan las malas lenguas que dos pomos de Blem por mes cumplen la función de la mejor pasta dentífrica para ese metal.

A la hora del arte, es uno de las Cachengueros más histriónicos, por lo que año tras año cumple algún rol protagónico, como ha sido el periodista de Fachon TV, por ejemplo. En 2002, durante su primera carnaval, intentó bailar y parecía que esa era su misión en el mundo, pero, flojo al fin, terminó siendo bombista porque diversas lesiones le impidieron realizar las destrezas con las que hacía las delicias de grandes y chicos en plena matanza. Tal el caso de una rotura de retina (se puede apreciar espléndidamente en la foto en la que está con su amorcito) y, luego de una hernia. Durante la convalecencia de ésta última tomó el rol de fotógrafo y/o filmador, cuestión que se agradece, salvo cuando se zarpa de colgado y no comparte el material retratado. Por suerte, la rotura de huevos que le hemos pegado derivó en que ¡¡¡uuuuuna!!! vez entregara un cd con fotos y videos de, lógicamente, ¡¡¡tres años de murga!!!

Como en estas horas cumplió años, tal como se enteraron en nuestro otro sitio (www.fotolog.com/murga_cachengue), lo homenajeamos desde aquí. En esta Galería lo pueden ver feliz tocando el bombo, con su excelentísimo traje que le pone alas (encontradas en la lleca, pero vale muchísimo la ocurrencia) a la percusión, con su amada Lali y la retina recuperándose, como nene con chiche nuevo con las gafas que el Vendedor de Ilusiones y en el rol de periodista facho, junto a la cheta botona del espectáculo 2005.

Chapa, gracias por las estrellas. Perdón, por la magia, jooooooojoooooooojooooooo (onomatopeya de su risa).